Seis años atrás, tal día como hoy, un sueño, una idea, una ilusión, iniciaba una andadura cobrando forma rodeada de muy buenas intenciones y profundas expectativas. Allá por el año 2010 coincidiendo con el día de mi veinticuatro cumpleaños decidí poner en marcha un ambicioso proyecto que pretendía aglutinar a todo el underground musical del Gran Bilbao bajo un mismo objetivo: crecer y poner en valor lo que tanta gente transmitía con su música. Aquel proyecto tomo el nombre de DEX – MUSIC y pretendía ser algo así como un sello virtual donde los artistas noveles y no tan noveles de nuestra metrópoli pudieran publicar y compartir su música sin condiciones ni ataduras.
El germen de la idea en si, era la colaboración. Partía de la idea de que si todos los músicos nos apoyábamos podríamos hacer que en el Gran Bilbao hubiese un nicho creativo potencial y aprovechable que a partir de un sello independiente creciera lo suficiente como para impulsar una nueva forma de distribuir y vivir la música. Supongo que vi una problemática e intente plantear una solución. Era la época de MySpace, aun no existían Soundcloud o Bandcamp o yo al menos no los conocía, tampoco Youtube estaba tan extendido, era el inicio del marketing digital, de las redes sociales tal y como las conocemos hoy en día. Yo utilizaba Tuenti, no Facebook, el Twitter empezaba a despuntar pero tampoco demasiado. Nos comunicábamos mediante Messenger, no Skype. Creo que los iPhone no existían y los ¿Samsung? Puede que tampoco. Digamos que era el momento adecuado para experimentar e impulsar una idea asi.
Aquel veinte de Enero estrenaba completamente ilusionado este portal publicando Dex Demos, un disco autoproducido en el que intente dejar reflejada mi vision, mi gusto, mi experimentación musical y sobre todo mi esfuerzo. Viéndolo con la perspectiva de ahora quizás podia haber dedicado todo aquel tiempo a cualquier otra cosa; leer, viajar, formarme, estar con mi familia y mis amigos, practicar deporte. Pero la realidad es que aquellos momentos que vivi fueron tan interesantes y me llevaron a conocer gente tan peculiar que sin ellos jamas seria la persona que soy hoy en día. Sin arriesgarme a fracasar con esa idea, sin pelear por lo que en ese momento quería hacer y sin renunciar a muchas otras cosas por hacer aquello que me gustaba hacer, jamas hubiera estado donde estoy hoy ahora y jamas hubiera participado en tantos proyectos como Northern Lights, In-Fusion, Selfshot… que pese haber sido prácticamente intranscendentes para la humanidad, a mi me hacen sentirme tremendamente orgulloso.
La musica, el arte en general, son para mi la forma de expresar sentimientos e inquietudes partiendo de la nada. Es la capacidad de construir una sueño que solo esta en tu cabeza y que coge forma a medida que pulsas las teclas de un piano, entonas el sonido de tu voz o rasgueas las cuerdas de una guitarra. Es la fuerza de la creatividad, notas y sonidos envolviendo durante horas tu estudio hasta que finalmente nace una nueva canción. Es entonces cuando escuchas esa canción, cuando has dejado tu impronta, tu sello, tu legado para con el resto, un recuerdo hecho canción que nadie mas pudo hacer, porque estaban en ti todos los elementos para darle forma al sonido.
Puede que DEX – MUSIC entonces no consiguiera finalmente su objetivo pero estoy seguro que no solo para mi sino para mucha gente que participo de aquel momento tuvo un significado y un impulso que les animo o de alguna manera ayudo a continuar su camino por la vida, quizás fue todo un fracaso, quizás DEX – MUSIC ya no es lo que en un principio quiso ser, quizás ha evolucionado a base de tropiezos en un proyecto muy distinto pero precisamente por ello, a veces es bueno reconocer de donde venimos, echar la vista atrás y alegrarse por todos esos tropiezos, todos esos fracasos que te han permitido pisar los pies en la tierra y aprender que de cada uno de esos fracasos has construido un éxito mayor que consiste en aceptar que la vida es una lección que solo uno mismo puede aprender.
Seis años atras…