Hace escasos dias tuve la oportunidad de compartir impresiones e inquietudes sobre mi propia experiencia personal en una jornada de debate que buscaba un acuerdo político-profesional para mejorar el sector enfocado en la «Cultura en Vivo». En dichas jornadas celebradas en Vitoria/Gasteiz conoci a profesionales del sector, donde se engloba el teatro, la danza, la lírica, la música, los teatros callejeros, los teatros de marionetas e incluso a los técnicos de sonido, luces, productores, etc… Y quedo de manifiesto que vivimos en un pais donde las artes escénicas y musicales de una manera particular han sido denostadas por las autoridades y la sociedad en general y han pasado a un segundo plano, lugar que en mi opinión no les corresponde.
En un pais como el nuestro con la tradición teatral, musical y en general, artística que siempre le ha caracterizado, la situación actual del sector es realmente esperpentica. La creatividad, la innovación, el talento, son características que no se pueden improvisar; requieren de un esfuerzo, una perseverancia, un impulso. Impulso que no solo corresponde al artista, o compañías teatrales y de danza, sino que es fruto de un trabajo colectivo, social y administrativo. Nuestras autoridades deberían tener altura de miras, conciencia de país y entender que la cultura es el mayor patrimonio que podemos generar porque nos enriquece en el presente y nos fortalecerá mostrando a las generaciones futuras lo que un día fuimos. Pero también hay que entender la Cultura como un motor económico de primer orden que genere riqueza y que nos permita distribuirla de igual manera como sucede en otros países del entorno como pueden ser Francia o Gran Bretaña.
Se debería sin lugar a dudas facilitar el funcionamiento del sector, haciendolo mas dinámico y flexible, eliminando aquellas trabas que impiden que respire. El actual IVA «cultural» por ejemplo situado en el 21% no hace sino alejarnos de Europa, donde los tipos impositivos están armonizados a la baja hacia un IVA reducido. Metedura de pata clara por parte del gobierno del PP de Mariano Rajoy. También se debería impulsar una fiscalidad especifica para los profesionales del sector teniendo en cuenta la intermitencia laboral que en muchas ocasiones obliga a muchos de estos a trabajar en una economía «informal» que no genera derechos a los trabajadores ni tampoco ingresos a las arcas publicas. Ademas desde el punto de vista pedagógico el desarrollo de habilidades no cognitivas relacionadas con las artes escénicas y musicales dentro de la enseñanza obligatoria impartidos por profesionales del sector permitirían a nuestros alumnos desarrollar la capacidad de emprendizaje creativa que les sirviese para su desarrollo como personas en el día a día. Sin embargo, el problema no es tanto que no existan personas creativas hoy en día, sino que mucho de ese trabajo desarrollado por esas personas creativas no trasciende y termina en el anonimato. Olvidado. Es decir, hay que trabajar y desarrollar políticas que acerquen la cultura al publico y les hagan participes generandoles recuerdos inolvidables y experiencias vitales que les animen a volver al teatro, a un concierto lírico o cualquier otra manifestación artística. Son muchos los temas que afectan a este colectivo en el que yo me siento incluido y por ello hoy os invito a que reflexioneis sobre este tema que debería ser tan importante para la ciudadania como lo son los deportes u otras formas de entretenimiento no cultural.
Como pais tenemos la obligación de fomentar y proteger nuestra Cultura en Vivo.