Hace unas semanas estuve escribiendo una nueva entrada en la que me autodeclaraba «afortunado». Afortunado por un montón de cuestiones, vivencias y experiencias que en la vida me ha tocado vivir. Paradójicamente y aunque dicha entrada aun no ha visto la luz lo que hoy os vengo a describir es la confirmación de dicha fortuna casual que me acompaña desde que soy un recién nacido. El pasado sábado 25 de junio tuve la oportunidad de participar en una carrera de obstáculos, conocida como Reebok Spartan Race. Es ese tipo de carreras en las que tienes que sortear un montón de obstáculos, saltar muros, transportar piedras, troncos de madera, sacos de arena… levantar neumáticos, escalar, correr, sudar y llenarte de barro hasta el ultimo orificio de tu cuerpo. Una prueba de resistencia física conocida en Madrid y en Barcelona y que se estrenaba en Bilbao en el monte Artxanda con total acierto, en mi opinión.
A primeros de este año propuse a un grupo de amigos apuntarnos en equipo para realizar esta prueba, íbamos a probar con la Spartan Race Sprint en Madrid, 5 kilómetros, para nosotros iba a ser un reto personal y tampoco había porque forzar, no somos deportistas de elite, mas bien, aficionados. Al final circunstancias de la vida no pudimos concretar nuestra inscripción y así quedo la cosa. Pasaron los meses y apenas una semana antes de la carrera en Bilbao, me llama un buen amigo mío y me comenta que si quiero participar gratis en la carrera. Un amigo suyo se había lesionado un día antes y no podía participar. Acepte el reto de inmediato, nos apuntamos a la Spartan Race Super (13 kilómetros), de los 98 € que costaba la inscripción pague 0. Y sin preparación, sin meditar si quiera la decisión, sin invertir un solo euro, el pasado sábado 25 supere otro reto personal convirtiéndome por casualidad en Espartano por un día.
Con esta entrado no pretendo generar envidias o suspicacias. Solo mostrar lo importante que puede ser aprovechar las oportunidades que nos da la vida, a veces meditamos demasiado las decisiones pensando en los pros y los contras en vez de dejarnos llevar y disfrutar del momento que estamos viviendo. Hay una frase que me encanta y que viene a decir lo siguiente: «Cuida el presente porque en el vivirás el resto de tus días». Por ello, es importante tener fe en uno mismo, dejar de pensar en el futuro o lamentarse por el pasado y celebrar las buenas y pequeñas cosas que te da el vivir el presente. No importan los golpes, las lesiones, no importa el numero de veces que tropieces y te caigas, lo que importa es tu voluntad y perseverancia a la hora de levantarte una y otra vez, por muy dura que sea la caída. Esa voluntad y esa perseverancia es una cuestión de actitud, esta en nosotros mismos y somos nosotros los que tenemos que encontrar en nuestro interior ese afán de superación que nos haga sentir felices y realizados en cada pequeña acción que llevamos a cabo. Porque la vida es una gran Spartan Race que todos tenemos que superar. Y para superar muchos de los obstáculos con los que tropezamos en ella es necesario ser un verdadero Espartano, lleno de voluntad y perseverancia.