Hace ya algún tiempo un muy buen amigo mío intrigado por saber mi opinión me hizo la siguiente pregunta: –¿Se puede odiar el Amor?. Yo sorprendido, cerre mis ojos, volví a abrirlos y recapacite. –Bueno, le dije, en esta vida solo hay dos formas de ser plenamente feliz; la primera es estar enamorado y la segunda es ser un ignorante. De ambas formas se da la circunstancia real de que somos vulnerables. Vulnerables frente al egoísmo y la tiranía. Vulnerables porque nuestros deseos y nuestro instinto se liberan del control de nuestra mente, intensificando nuestras emociones y sentimientos. Vulnerables porque tenemos una confianza ciega en la otra persona o en nuestro entorno mas cercano. Y es ahí donde esta el punto mas importante, la confianza. La delgada linea entre la verdad y la mentira que genera nuestra realidad o paranoia.
Mi amigo como es evidente, se quedo igual, y me replico: –sí pero… no has respondido a mi pregunta, insistio, ¿Se puede odiar el Amor?. Frunci el ceño y le devolví la pregunta: –¿Se puede odiar ser feliz?. -No, yo jamas odiaría eso, me contesto abruptamente. –Entonces, continue, no se puede odiar el Amor, pero si todo lo que este acarrea a su alrededor. En ocasiones, Amar conlleva ceder, significa que las cosas no dependen de uno mismo, significa que ya no piensas solo por y para ti, ya no piensas solamente en lo que tu quieres. Y ello nos hace odiar reconocer que somos vulnerables, que existe cierto grado de dependencia. Para no sucumbir a todos esos miedos ligados a la vulnerabilidad del ser, es imprescindible mantener, cuidar y construir nexos en toda relación que amplifiquen la confianza. Sin confianza, no hay amor. Sin confianza, hay rencor. Rencor que genera frustración y odio. Rencor que destruye cualquier relación. Rencor que impide cualquier tipo de comunicación por muy enamorado que puedas estar.
–Entonces, me corto mi amigo, tu dirías… que odiamos ser vulnerables. –Como te decía, continue de nuevo, enamorados nuestras emociones y sentimientos se intensifican, se magnifica todo. Tanto lo bueno, como en ocasiones lo malo. Esa liberación tiene que derivar en un equilibrio. Ya que irónicamente ser feliz simple y llanamente consiste en estar en equilibrio entre todo lo bueno y todo lo malo que en uno mismo habita. Mi amigo cada vez mas intrigado me espeto: –¿Y como se alcanza ese equilibrio?. –No es facil, le respondí, tu dirías ¿que yo soy plenamente feliz?. –Bueno, siempre estas de puta madre, nunca te quejas de nada, si diría que eres plenamente feliz, me contesto el ingenuo de el. –Error, le corte, como te decía enamorado tus sentimientos y emociones se amplifican, existe o debiera existir una confianza, confianza que te permite expresar como te sientes en realidad. Obviamente yo soy feliz en apariencia, pero se te ha pasado por alto un dato. Si no tengo con quien compartirlo… y no soy un ignorante… ¿acaso puedo ser plenamente feliz?. No hizo falta que respondiera su cara lo decía todo. –Y entonces, ¿como lo consigues?, me pregunto con impaciencia. –Estando distraído, ocupado, marcandome metas a corto, medio y largo plazo. Disfrutando intensamente todo lo que hago. Porque al fin y al cabo, me gusta lo que hago, hago lo que me gusta. –Pero… me volvió a interrumpir en pleno monologo, ¿tu has renunciado a ser plenamente feliz?.
Me quede pensativo. –No, en absoluto. Pero a veces por Amor, hay que hacer sacrificios, hay que renunciar, ceder. Hay que pensar en que es mejor para la otra persona y si no puedes hacerla feliz, o la confianza se ha roto y no conseguis recuperarla. A veces es mejor por generosidad echarse a un lado y permitir que continue su camino. Por Amor en ocasiones se hacen cosas totalmente contradictorias porque ver feliz a la otra persona sea por la razón que sea te hace feliz por mucha distancia que os separe al uno del otro. Tras unos segundos de silencio tenso, mi amigo, me miro y me dijo: –¿Cuanto tiempo puedes aguantar así?. Sonreí y le respondí, –no tengo ni idea. ¿Cuantas veces puede un hombre caerse y volver a levantarse por si mismo?. Supongo que es todo mas sencillo… «Odiando el Amor». Pero sinceramente Odiar… para volver a Amar… me parece absurdo. -Todo depende de la Realidad o Paranoia… de cada cual supongo.