La Historia de mi madre es una de esas historias que si fuera novela seria digna de Best-seller y si fuera película seria un Blockbuster. Sin embargo, aun con todo lo que lleva sobre sus espaldas mi madre es una persona sencilla. Una señora de barrio que le gusta leer y que le apasionan los bonsáis. Que practica la danza del vientre, le encantan las sevillanas y prepara el mejor Polbo A Feira que hasta la fecha he probado. Gallega y a mucha honra. Se crío si es que se puede decir así, de un sitio para otro, entre la Galicia de Santiago de Compostela y la Asturias de Gijon; termino aquí, en el Pais Vasco, alejándose de una infancia que no tuvo y olvidando a una madre que no disfruto. Una madre que marco y marcara toda su vida. Vino para aportar a la sociedad en la que vivimos su granito de arena, una sociedad plural construida entre todos, una sociedad tan suya como la de cualquier otro que arrima el hombro con su sudor y su esfuerzo. El que cada madrugada me consta que arrima aun hoy día. Trabajadora. Huyo de los lugares de su infancia y adolescencia para empezar de cero. Huyo para crecer como persona. Huyo pues de su pasado tanto como pudo pero su pasado, el que tuvo que vivir y que solo ella conoce jamas la abandono. A mí tampoco.
Raíces y cicatrices. Apellidos. Es curiosa la sensación de haber crecido sabiendo que alguno de tus apellidos en verdad no te correspondía. Es extraño no haber conocido en profundidad a una gran parte de tu familia, no haberlas disfrutado. Es trágico al fin y al cabo desconocer tanto sobre tus raíces. Sobre tus orígenes.
Es algo que me lleva rondando la cabeza un par de años y es por ello que en mis redes sociales personales, las de la persona y no las del personaje, he decidido hacer el mejor homenaje que se puede hacer a una madre conociendo como conozco su Historia y sabiendo, probablemente, lo importante que es para ella. He decidido sustituir mi segundo apellido por su apellido original, el que consta en su partida de nacimiento.
Moreira. Ese seria en realidad mi segundo apellido. De origen probablemente Portugués, hace también homenaje a la rama gallega de mi familia; muchos en gran medida desconocidos para mí. De corazón me gustaría que algún día mi madre contase su Historia y la compartiera con el mundo. Creo, sin duda, que seria un ejemplo de superación a seguir para mucha gente. Lo poco que yo se de dicha Historia hace que sienta admiración y un profundo orgullo.
Las cicatrices esculpen el carácter pero no desaparecen. Se viven con ellas por la eternidad, aprendemos de ellas, nos recuerdan el pasado y nos enseñan como afrontar el futuro. Vivir el presente. Algún día supongo que ese apellido será legalmente mi segundo apellido. Mientras tanto no habrá día que no recuerde mis raíces y cicatrices. Moreira.
Imagen de los blasones extraída de la web: http://www.blasoneshispanos.com