Toda gesta tiene un punto de partida. Un comienzo. Una motivación. Una fuerza. Y esta a su vez una aceleración que determina su intensidad. Llámalo ilusión, impulso. Llámalo voluntad. Ya lo establece la primera Ley de Newton, fuerza es igual a la masa por la aceleración. Ese es pues el ímpetu transformador de las cosas que establece el Génesis de algo nuevo, del cambio, de la esperanza hacia un futuro incierto, pero mejor a un pasado o presente conocidos. Perseverancia.
Atravesamos un océano de situaciones difusas que nos transportan y transforman a lo largo de nuestras vidas de un punto a otro sin un rumbo aparentemente claro o establecido. Con sus luces y sombras donde el azar juega sus cartas. Donde las múltiples variables determinan en gran medida los resultados, pero donde una gran parte de las probabilidades de éxito vienen determinadas de la actitud y la aptitud de quien se dispone a navegar en las aguas de lo desconocido. Depende todo de uno mismo. Génesis es pues la suma de la voluntad decidida a establecer un punto de partida, el resto vendrá solo. A base de fracasos consecutivos que marcarán hitos vitales que determinarán precisamente el éxito que es la vida misma.
Es la aventura de arriesgar. De experimentar. De vivir al fin y al cabo con intensidad o vivir a secas.
Un espíritu aventurero necesario para que el tiempo no se detenga en balde y siga su curso. Sigan girando las manillas del reloj hasta agotarse completamente toda su energía.
En ese momento, guardo silencio. Miraba hacia el horizonte en una sala abarrotada de personas. Con la mirada perdida. La gente a su vez permanecía callada, atenta, anonadada. Sus palabras les habían atrapado y dejado en una especie de trance en el que la positividad inundaba todo el espacio. Él les había abierto el corazón de par en par y les había mostrado el camino. Consciente de ello, era su momento, aprovecho esos interminables segundos de silencio para planificar su demoledor e incisivo alegato final. Prosiguió.
Y ustedes, damas y caballeros, son esa energía, esa aceleración, ese punto de partida necesario para impulsar este proyecto. Como tendrán la oportunidad de contemplar a continuación, Génesis, es algo más que el principio de algo revolucionario, es la consecución de años de trabajo e investigaciones y su presencia hoy aquí es clave…