A continuación, se reproduce integramente un texto que escribí ya hace algunos meses contextualizando y describiendo la situación vivida en mi barrio las dos últimas décadas fruto de las decisiones políticas de quienes han tenido la responsabilidad de gobernar en Santurce. Este texto fue el pretexto y la base para concertar una reunión con la alcaldesa de Santurce, Aintzane Urkijo, a fin de aclarar cuales eran los siguientes pasos que el consistorio iba a realizar tal y como se explica y detalla al final del mismo. El 26 de mayo es un día importante para los vecinos de El Bullón, también para los vecinos de Santurce. Es importante que a la hora de votar sean conscientes de circunstancias como la que a continuación se describe. El texto lo escribí en calidad de Vicepresidente de la Asociación de Vecinos de El Bullón, Cuesta Hospital Bajo y Entorno, en representación de la misma y como vecino del barrio y el municipio, intentando ser lo más objetivo posible, aunque reconozco que puede haber alguna inexactitud o dato erróneo mi intención fue resumir una situación que cumple más de dos décadas siendo lo más aséptico posible. Este año he cumplido 33 años.
Más de dos décadas de incertidumbre.
Hace más de dos décadas, el 12 de marzo de 1998, el Pleno del Ayuntamiento de Santurce aprobaba un nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para el municipio con los votos a favor de PSE-EE, EAJ/PNV y PP, además de la abstención de HB. Por entonces en este municipio marinero que no alcanzaba los 50.000 habitantes gobernaba el PSE-EE del alcalde Javier Cruz con 7 concejales, por su parte EAJ/PNV tenía otros 7 concejales, PP 4, y HB 3, por lo que las decisiones de aquel Pleno pueden catalogarse de responsabilidades compartidas por todos y condicionantes del futuro del municipio. En lo que respecta al barrio en el que vivimos, popularmente conocido como El Bullón, dicha aprobación del PGOU, suponía en la práctica sacar la totalidad de las edificaciones fuera de ordenación urbana con el objeto de llevar a cabo un planeamiento urbanístico lo más inmediato posible, con un plazo de desarrollo de dos años, tal y como refleja la ficha técnica AOR302 para El Bullón de dicho PGOU.
Después de ocho años fuera de ordenación urbana y sin noticias sobre el futuro de nuestro barrio, los vecinos de El Bullón decidimos constituirnos en asociación con la finalidad de exigir mejoras para la zona entendiendo que el PGOU de 1998 no era la solución sino parte del problema. Así, en marzo de 2006, nace la Asociación de Vecinos de El Bullón, Cuesta Hospital Bajo y Entorno aglutinando a más de 80 familias del barrio y reclamando ya por entonces el que se nos incluyese en la redacción de un nuevo PGOU.
Para nosotros el anterior ya estaba caduco.
No obstante, en diciembre de ese mismo año, el alcalde socialista, Javier Cruz, anuncio que el barrio sería reconstruido “metro a metro”. Faltaba menos de un año para las elecciones y se trataba del anuncio estrella del consistorio. Objetivo: revalidar la alcaldía.
Cansados de la dejación y abandono al que estábamos sometidos, el 25 de marzo de 2007 nos echamos a la calle. Cerca de 300 personas se manifestaron contra la degradación y el abandono que sufría el barrio de El Bullón. Celebrábamos, irónicamente hablando, nueve años recién cumplidos fuera de ordenación. Entonces, describíamos en boca de nuestro presidente, Aitor Unanue, la realidad del barrio; “mantenimiento nulo, las aceras y calzadas están en mal estado, la línea eléctrica está obsoleta, hay plaga de ratas…”. También inundaciones que en el futuro se verían acrecentadas por las obras del Metro Bilbao a Cabieces.
Encontrábamos trabas y problemas para arreglar nuestras viviendas, problemas para venderlas por las reticencias de los bancos para conceder créditos por estar fuera de ordenación urbana y sobretodo no veíamos perspectiva de mejora en el corto plazo. Se cumplían nueve años en los que podemos decir que nos sentíamos juzgados, condenados y abandonados a nuestra suerte. Reclamábamos ya entonces, que quienes nos habían condenado al ostracismo, sacasen de su debate político el futuro del barrio y dejasen de hacer “promesas en vano” pues la responsabilidad era compartida.
Hubo un cambio de manos en la alcaldía y el EAJ/PNV de Ricardo Ituarte conseguía 11 concejales en las elecciones de 2007. Veíamos con esperanza y optimismo el cambio en la alcaldía, como una posibilidad de reconducir la situación.
Tras diferentes reuniones las promesas, que se nos fue haciendo, hacían indicar que la rehabilitación del barrio sería posible en un periodo corto de tiempo y de no ser así se revertiría la situación y nos incluirían nuevamente dentro de ordenación urbana (compromiso político el cual fue asumido por el nuevo primer edil con los vecinos del barrio, si en dos años no había Plan se nos introduciría de nuevo dentro de ordenación urbana).
A finales del año 2007 y primeros del 2008, los vecinos del barrio veíamos como día sí y día también los problemas de la línea eléctrica se acrecentaban y sufrimos varios y continuados apagones: el 29 de diciembre de 12 horas, el 12 de enero de 13 horas… Las instalaciones de la zona estaban obsoletas tal y como habíamos denunciado con anterioridad y era necesario un mantenimiento que durante años no se había llevado a cabo. Quizás tarde pero finalmente Iberdrola subsano los problemas tras la intermediación del propio alcalde. Y es justo a partir de este hito, cuando se empiezan a suceder un anuncio tras otro en prensa y una serie de circunstancias que nos hicieron pasar de la esperanza y la ilusión a la triste y burda realidad.
Algunas de las expresiones utilizadas por el alcalde Ricardo Ituarte en aquel entonces eran tales como “Los protagonistas principales del futuro de El Bullón serán los propios residentes” o “No caben acuerdos con las constructoras a espaldas de los residentes” más adelante como podremos observar dichas expresiones fueron nada más que eslóganes políticos o promesas que no podía cumplir.
En julio de 2008 se especificaba concretamente en el pliego de condiciones para la elaboración del PERI que su redacción tendría un máximo de 8 meses y la empresa adjudicataria se comprometió en su oferta al concurso público a realizarlo en 4 meses y medio. Es entonces cuando empiezan los problemas técnicos y se empieza a vislumbrar las carencias que los vecinos veníamos observando en la redacción del PGOU aprobado en 1998.
Los plazos se cumplieron y se alargaron de tal manera, que ya en el año 2009 se había cumplido ese margen de dos años que el alcalde se había dado para la elaboración del proyecto. Se rompía aquí en abril de 2009 su primera promesa electoral, pasados dos años si no había un plan para El Bullón se procedería a incluir dentro de ordenación urbana todo el barrio. No sucedió, tal y como se lamentaba una vecina, que llevaba 81 años viviendo en el barrio, el 30 de abril de 2009 en El Bullón sin plan en El Correo.
La elaboración del proyecto entonces siguió adelante y a partir del año 2010 llegamos al punto crítico y de hartazgo entre los vecinos y el consistorio, un punto irreconciliable que desembocaría para los afectados en acudir directamente a los tribunales ante las serias dudas que se vislumbraban en el horizonte. Así podemos observar en prensa anuncios tales como el del 21 de enero de 2010 en El Correo, El Bullón pronto será historia. Es cuando comenzamos a conocer detalles más exhaustivos acerca del futuro proyecto que no se corresponden con lo prometido en las reuniones previas con el concejal de urbanismo, José Luis Landaburu. La desconfianza se incrementa cuando a lo largo del año la promotora Jaureguizar establece contactos con los vecinos y comienza a realizar ofertas y a llegar a acuerdos a cambio de los derechos de edificación de los propietarios sin que el ayuntamiento hubiera tan siquiera informado debidamente a los afectados de su situación o de los detalles del futuro plan. En algunos casos se daban paradojas y agravio comparativos donde las ofertas realizadas generaban pérdidas patrimoniales a los afectados, o donde la falta de datos e información devenían en una indefensión e incluso incapacidad para establecer una negociación neutral. Para este momento y una vez realizada la exposición pública del proyecto desde la asociación vecinal ya se había iniciado un análisis de que era exactamente lo que se quería aprobar. En todo momento, desde la asociación se aconsejaba a los asociados estudiar las ofertas, si se consideraban beneficiosas o de su agrado en base a su libertad firmarlas, pero se aclaraba que no era obligatorio firmar, por tanto, ante la duda que no firmasen aquello que no estuvieran seguros o no entendiesen en profundidad y buscasen asesoramiento externo de un tercero. A continuación, enumeramos algunos titulares recogidos en prensa en aquel año:
Para octubre de 2010, la asociación vecinal había llegado a la conclusión de que tal y como estaba redactado el Plan Especial para El Bullón era inviable económicamente. Ya entonces, informamos al Ayuntamiento de nuestro análisis y le emplazamos a que paralizase su aprobación hasta subsanar los errores encontrados en la redacción del mismo y en caso de que continuase hacia delante en esos términos avisamos que nos veríamos obligados a defender nuestros intereses interponiendo un contencioso-administrativo ante los tribunales. No se nos hizo caso.
La mayoría absoluta de los nacionalistas de Ricardo Ituarte finalmente les garantizaba la aprobación definitivamente el 26 de noviembre de 2010 de la modificación puntual del PGOU y del Plan Especial para El Bullón con el voto en contra del PP y las abstenciones de PSE y EB.
Unas semanas después la asociación vecinal interpone el primer contencioso-administrativo. Al tiempo que los vecinos en plena Noche Buena navideña recibimos una carta del consistorio en la que se nos informa que el procedimiento por el cual se llevaría a cabo el Plan sería el de expropiación forzosa. Desde nuestra perspectiva, podemos afirmar que en ese momento nuestro sentimiento frente a las acciones de la administración representada por el ayuntamiento o las acciones de la promotora Jaureguizar que buscaba posicionarse en el área fue de indefensión máxima, pudiendo catalogarse desde nuestra perspectiva subjetiva como “mobbing inmobiliario”. El 15 de febrero de 2011 se anuncia: Santurtzi adjudicará en marzo la edificación de mil pisos en El Bullón, El Correo, las obras comenzarían a principios de 2012. Es entonces cuando el Ayuntamiento decide realizar reuniones informativas para explicar en qué consiste el Plan y como se va a desarrollar mediante la convocatoria a seis citas por separado para hablar con los vecinos en los días 7, 8 y 9 de marzo. El plan ya ha sido aprobado, la promotora Jaureguizar lleva un año intentando posicionarse en el área para obtener un lugar privilegiado una vez convocado el concurso público y los vecinos ya habíamos decidido defendernos en los tribunales. La información, por tanto, llega tarde y mal y se incumplen otras dos promesas electorales del alcalde Ricardo Ituarte. Todo a escasos meses de la siguiente cita electoral.
El 17 de febrero de 2010 informamos a la prensa de que habíamos llevado el proyecto a los tribunales y que invitábamos a los representantes de los partidos políticos a un debate en la Sala Kresala de Santurce a las 17:00h el sábado 20 de febrero. «Estamos dispuestos a movilizarnos y a agotar todas las vías legales. Pedimos al Consistorio que reelabore el proyecto para hacerlo equilibrado, justo y participativo», afirmó María Pilar González, portavoz de la asociación. «Los costes de transformación y urbanización son tan altos que se da la paradoja de que quien tiene una propiedad debería dinero a la Administración que expropia». Desde el consistorio, se señala que la opinión de la asociación no es el sentir mayoritario y que nuestras afirmaciones están plagadas de incorrecciones. El 20 de febrero, José Luis Landaburu intenta sin éxito, defender el proyecto y su continuidad ante todos los vecinos del barrio. El malestar y la desconfianza aumenta y son los vecinos quienes instan al concejal a que paralice la aprobación definitiva del PAU. El 23 de febrero de 2011 se paraliza el plan con la finalidad de llegar a un acuerdo, la asociación no retira el contencioso-administrativo en busca de garantía jurídica. Por su parte, el alcalde cita a una delegación de la asociación buscando abrir un periodo de dialogo que encauce la situación.
Se realizan así varias reuniones con el equipo jurídico y técnico encargado del Plan y con la presencia en todas ellas del alcalde Ituarte, el concejal del área queda entonces desautorizado. Se avanzan en temas como la ubicación de los realojos o el hecho de que sean claramente viviendas libres y no viviendas de protección oficial. Sin embargo, la parte de la viabilidad económica encalla y se convierte en el mayor punto de conflicto. En vista que las elecciones se acercan y las conversaciones con el consistorio están estancadas, el 1 de mayo de 2011, la asociación presenta un principio acuerdo a firmar por todos los partidos políticos con la finalidad de reconducir la situación y alcanzar un consenso que garantice la viabilidad del proyecto. Consta de 6 puntos, que buscan despolitizar el asunto, el compromiso de los políticos para con el barrio, gobierne quien gobierne y plantea soluciones a los problemas surgidos incluida la cuestión de la viabilidad económica. El documento es firmado por el PSE-EE, PP y EB, Bildu rechaza comprometerse y el PNV no se pronuncia al respecto, ni en las reuniones mantenidas.
Tras la última reunión mantenida antes de las elecciones con el equipo redactor y con el alcalde constatamos que simplemente se dilataba el tiempo, sin abordar el principal problema que afectaba al proyecto. Se nos emplaza a proseguir las reuniones después de las elecciones. Pese a ello, la Diputación Foral de Bizkaia dirigida por José Luis Bilbao anunciaba en boca de su diputada de obras públicas Itziar Garamendi que en tres años se crearía un nuevo acceso a Santurce desde la A-8 que conectaría con el nuevo Bullón.
Pasadas las elecciones, Ricardo Ituarte revalida su mayoría absoluta con 1 concejal más, 12 concejales de EAJ/PNV, no se vuelve a convocar ninguna reunión con la asociación para seguir tratando las cuestiones pendientes, hecho que confirma nuestras sospechas; con las reuniones solamente se buscaba ganar tiempo y evitar que el escandalo perjudicase unos resultados electorales más que favorables. El objetivo real era que quitásemos el contencioso-administrativo. No lo hicimos, el contencioso siguió su tramitación. Mientras en los tribunales los informes técnicos de la asociación señalaban que el proyecto era inviable económicamente con un saldo negativo de 26 millones de euros, los informes del consistorio intentaban demostrar su viabilidad. Por ello, solicitamos un tercer informe por parte de una perito judicial designada por el juzgado que evaluase el plan y determinará cuál de las dos partes tenía razón. Fue justo cuando se intensificó la presión sobre la asociación vecinal y se intenta de alguna forma intentar dividir a los vecinos buscando que el contencioso no siguiera su curso.
Así se vislumbra cuando el 28 de abril de 2012, cuando la sentencia del primer contencioso-administrativo estaba muy próxima, el concejal de urbanismo, José Luis Landaburu declara: «El recurso es una barrera para que el proyecto siga adelante y hacer realidad las demandas que los vecinos nos han hecho desde siempre. Genera incertidumbre en las empresas de cara a ir a los bancos y pedir avales», en declaraciones para El Correo donde se señalan supuestas diferencias vecinales donde se asegura que la mayoría de los vecinos aboga por anular la demanda, cuestión muy alejada de la realidad. Hasta este momento, el ayuntamiento dirigido por Ricardo Ituarte seguía afirmando que el proyecto era viable económicamente y que los tribunales les darían la razón. Sin embargo, el 27 de julio de 2012 llega la cruda realidad. El juez anula la modificación del PGOU y del Plan Especial, en primer lugar, por un defecto en la tramitación del Plan que para el caso del terreno urbanizable debería haber sido un Plan Parcial y, en segundo lugar, la sentencia lo especifica sin lugar a dudas, haciendo suyo el informe de la perito judicial que establecía que el plan era inviable económicamente aunque el juez no entre en más consideraciones. El informe de la perito judicial se convierte en clave para la resolución del contencioso-administrativo, por un lado declara la ya mencionada inviabilidad económica pero al mismo tiempo señala “el indudable valor social, urbanístico y arquitectónico de la operación” mostrándose favorable con el proyecto. Un punto de vista compartido por la asociación vecinal y que también hace suyo el equipo de gobierno.
Llegado a este momento, cumplimos más de 14 años fuera de ordenación urbana, un proyecto señalado por al menos dos informes técnicos, uno de una perito judicial, como inviable económicamente, una sentencia del tribunal contencioso-administrativo que así lo confirma y un futuro sumamente incierto. El ayuntamiento decide proseguir con el proyecto subsanando los errores en la tramitación del plan e intenta en apariencia dotar de viabilidad al proyecto. Para ello, recurre a la ya mencionada perito judicial a la que se le solicita un informe de parte favorable a la nueva redacción del proyecto. Así es anunciado un año después, el 18 de abril de 2013. De esta manera, el consistorio intenta disipar las dudas existentes en torno al plan y generar confianza en los vecinos. Ituarte dice “no tenemos dudas de que es viable, pero hemos querido certificarlo para que los vecinos y vecinas tengan la plena seguridad”, y recalca que “estamos en el camino para regenerar definitivamente El Bullón y lo que fue una sentencia desfavorable, ahora es un aval que certifica que es viable y se puede desarrollar”. Algunos titulares del año 2013:
Tras analizar el nuevo documento, desde la asociación nos encontramos de nuevo con el mismo problema, el proyecto sigue sin ser viable económicamente pese a los cambios introducidos por el consistorio. Desde la concejalía de urbanismo liderada por la concejala Estibaliz Olabarri se nos intenta convencer de que el proyecto es viable y que tiene el aval de la perito judicial. Sin embargo, la desconfianza es tal que tomamos la determinación de volver a los tribunales para disipar las dudas al respecto. A finales de 2013 el consistorio toma la decisión de aparcar el proyecto de la nueva entrada a Santurce desde la A-8 para destinar esa inversión de la Diputación a otro proyecto igualmente necesario en el municipio. La regeneración de El Bullón no ve la luz en 2014, tampoco en 2015. Entonces, el 27 de octubre de 2015, el juez tras analizar cerca de 5 informes técnicos distintos dicta sentencia. El nuevo proyecto es también inviable económicamente.
El 30 de octubre, la concejala de urbanismo, Estibaliz Olabarri, analiza ante los medios la sentencia, señala que llevarán a un nuevo PGOU, que ya estaba redactándose, el Plan para El Bullón. Afirma que en contra del criterio mantenido hasta el momento para dotar de viabilidad el proyecto – la ampliación del ámbito de actuación – se procederá a partir el área en módulos de actuación más pequeños. No realiza una reflexión autocrítica con respecto a la gestión que tanto ella como sus antecesores en el cargo desde 1998 habían hecho del tema en cuestión. Se apela nuevamente a trabajar de manera conjunta, sin tan siquiera unas mínimas disculpas por el daño generado con sus decisiones.
Tras analizar la sentencia y la respuesta dada por el consistorio, la asociación emite un comunicado de prensa. El 20 de noviembre de 2015 después de 4 años y dos recursos contencioso-administrativos contra las modificaciones del PGOU y el Plan Especial para El Bullón no solo no nos sentíamos satisfechos con el resultado. Sino que nos encontrábamos más decepcionados, más engañados y más defraudados que nunca.
Ricardo Ituarte, en quien confiamos, ya no estaba, su lugar lo paso a ocupar tras las elecciones de mayo de 2015, Aintzane Urkijo.
Las declaraciones de la concejala de urbanismo no solo no disipaban nuestra incertidumbre, sino que la aumentaban de forma exponencial, al igual que nuestra desconfianza y nuestro hartazgo ante el uso político que se había hecho con nuestra situación generada exclusivamente por las decisiones políticas de quienes nos habían gobernado. Consideramos entonces que la concejala no era un interlocutor válido debido a su falta de empatía demostrada. La solución planteada verbalmente por la concejala nos parecía una improvisación y una manera de dificultar la cohesión de los vecinos para defender sus intereses. Pese a ello, tendimos la mano, reiteramos que no nos oponíamos al plan, que solo pedíamos un proyecto equilibrado, justo y participativo, que beneficiase a la ciudadanía de Santurce en general y a los propietarios de las viviendas y terrenos afectados y sobre todo que fuera viable. Y fuimos tajantes, si los políticos no eran capaces de cumplir eso que nos metiesen de nuevo dentro de ordenación urbana y nos dejasen vivir en paz. Al mismo tiempo, reclamamos seriedad, autocritica y reflexión al consistorio. Que reconociesen el daño causado y los errores cometidos. Pedimos humildad y unas disculpas que recondujesen la situación.
Durante los años 2016 y 2017 se continuo con la elaboración del nuevo PGOU. En el pre-avance del mismo ya se especificaba que determinadas áreas proyectadas en el PGOU de 1998 eran inviables económicamente, además el área de El Bullón tenía dos sentencias que así lo confirmaban. En vista de que la realización del nuevo plan desde 2015 iba a tomar algunos años, se solicitó que se nos volviese a meter dentro de ordenación urbana hasta que hubiese un nuevo proyecto viable para el barrio. Sin embargo, se rechazó la petición. Se nos convocó al consejo asesor urbanístico donde pronto comprobamos que la metodología de participación era más bien cerrada y dirigida y que toda decisión final dependía no ya del criterio técnico sino de la voluntad del equipo de gobierno.
En marzo de 2017 se anunció que el nuevo PGOU estaría listo en “diez meses”, concretamente estaba listo en noviembre de 2017. Sin embargo, su aprobación se ha dilatado en el tiempo. Y es aquí donde llegamos al objeto de este escrito.
El 31 de julio de 2018, aparece en prensa una nueva noticia en El Correo. La regeneración de El Bullón toma impulso con un nuevo proyecto. Noticia donde se especifica que “el equipo de Gobierno estudia un renovado proyecto que mantiene las 1.400 viviendas previstas, añade una serie de retoques que posibilitan la revisión del PGOU y garantizan su viabilidad económica.”, donde se menciona al Grupo Lar como impulsor quien aparte de con nosotros nos consta que ha contactado con los grupos políticos tanto del equipo de gobierno como de la oposición.
Hasta ese momento, la Asociación de Vecinos de El Bullón, Cuesta Hospital Bajo y Entorno, sin embargo, no había recibido comunicación del consistorio especificando cual es la solución planteada por los técnicos y el equipo de Gobierno a nuestra problemática, pese a estar el PGOU redactado y pendiente de aprobación desde el año 2017. Tampoco conocía a ciencia cierta cuál es exactamente el criterio definitivo que se ha seguido y las implicaciones adheridas ni la veracidad de la noticia publicada el 31 de julio de 2018.
Por tanto, después de este ejercicio de contextualización de una problemática que cumple ya dos décadas, desde la Asociación de Vecinos de El Bullón, Cuesta Hospital Bajo y Entorno se solicitó en octubre de 2018 una reunión con la alcaldesa Aintzane Urkijo con la finalidad de conocer en qué situación nos encontrábamos y ampliar nuestro conocimiento sobre la situación actual del PGOU y las soluciones planteadas para nuestro barrio.
De dicha reunión, la alcaldesa transmitió que el consistorio no estaba estudiando la propuesta del Grupo Lar y que si el PGOU llevaba sin aprobarse desde 2017 era por la nula voluntad política del resto de grupos políticos de apoyar su propuesta. Es decir, el equipo de gobierno de Aintzane Urkijo ha demostrado su incapacidad para aportar una solución al planeamiento urbanístico de Santurce, que convenza al resto de formaciones políticas, y dote de una solución a los problemas que durante más de dos décadas llevamos sufriendo los vecinos y vecinas que vivimos en El Bullón, Cuesta Hospital Bajo y su entorno. Todo ello, fruto de las decisiones de los distintos responsables políticos que han gestionado nuestro municipio en el pasado tal y como queda resumido en este escrito.
Atentamente, La Asociación de Vecinos de El Bullón, Cuesta Hospital Bajo y Entorno.